Calle Heredia

Decía Edith Piaf que nadie cantó La vie en rose como lo hizo Bola de Nieve. Recordamos la onomástica de este genial pianista de Guanabacoa, nacido el 11 de septiembre de 1911. 

Después de la desaparición de Papo Angarica, su hija Bárbara ha tomado las riendas de Son Yoruba. Esta importante orquesta de Cuba regresa al mercado con el CD La Nueva era. 

En este último capítulo de la temporada recordamos los últimos premios Grammy y estrenamos el nuevo álbum de Eliades Ochoa, Guajira más guajira. 

El cantante Ñico Membiela no tuvo una vida fácil. Era de Zulueta, Villa Clara, donde había nacido en 1913. A pesar de que se estableció en La Habana en 1942, no le llegó la fama hasta finales de los años 50. 

La primera vez que Guillermo Portabales viajó a Puerto Rico fue hacia el año 1936. En 1939 se casó con la periodista puertorriqueña, Arah María López, con quien regresó a Cuba. En 1953 se instaló definitivamente en Puerto Rico. 

Celia Cruz perteneció a la Sonora Matancera 15 años. Quince gloriosos años durante los cuales La Guarachera de Cuba coincidió con excelentes cantantes. A partir de 1965, emprendió una carrera en solitario. 

La primera vez que los Aragón tocaron en USA fue el 14 de junio de 1958. El escenario elegido fue el estadio de Florida. El 22 de noviembre del mismo año regresaron para presentarse esta vez en el Auditorium de Miami. Para entonces, la orquesta cienfueguera ya acumulaba una larga lista de éxitos. 

La II Guerra Mundial frenó en seco la carrera meteórica de Moisés Simons en Europa. En 1942 regresó a Cuba, no sin haber despertado sospechas en los nazis por su apellido de origen hebreo.  

Elíades Ochoa cumple 70 años. El año 1978 tomó la dirección del Cuarteto Patria, que habían creado en 1939 Emilia García y Maduro.

La historia de los Lecuona Cuban Boys comenzó el año 1930 en la ciudad de La Habana. Los hermanos Bruguera y Armando Oréfiche, que pertenecían a la nómina de la orquesta de los Hermanos Lebatard, decidieron crear la suya. En principio se llamó Orquesta Encanto. 

Este día 4 de junio, El Guayabero habría cumplido 105 años. Faustino Oramas era de Holguín, donde nació en 1911. Año aquel de excelente cosecha musical, pues también vinieron al mundo Guillermo Portabales, Bola de Nieve, Mario Bauzá y hasta el imprescindible Arsenio Rodríguez. 

Félix B. Caignet Salomón, nacido en 1892, comenzó a adentrarse en el mundo de la narración con cuentos infantiles. Más tarde llegaron los éxitos con la novela El derecho de nacer y con algunas de sus canciones. 

Si el son en sus orígenes era un género para ser cantado, con base rítmica para bailar, cuando Ignacio Piñeiro introdujo la trompeta en aquellos sextetos estaba añadiendo al son un nuevo recurso al ser la trompeta un instrumento eminentemente melódico. 

Según el compositor José Urfé, el mejor pianista del danzón ha sido Cheo Belén Puig. Este próximo día 15 se cumplen 45 años de la desaparición de este músico habanero

Con Sergio Vitier se ha ido una de las voces más importantes de la guitarra cubana de las últimas décadas. Era el primogénito de los escritores Fina García Marruz y Cintio Vitier. Su hermano es el pianista y compositor, José María Vitier.

Rolando Luna es uno de los mejores pianistas. Actualmente forma parte de la plantilla del Buena Vista Social Club. En el 2014, el sello Colibrí editó un CD compilatorio de Ernesto Lecuona donde Luna aparece con tres piezas del maestro. 

Frank Emilio Flynn ha sido uno de los pianistas más versátiles de Cuba. Abarcó todos los géneros y ritmos, del son al danzón, pasando por el cha cha cha, el feeling y el jazz. Grabó más de viente Lp's, un par de ellos con José Antonio Méndez. 

Federico García Lorca dijo de Sindo Garay que era El gran faraón de Cuba. Quizá el poeta granadino fue uno de los primeros en ver el carácter poético de sus canciones, próximas, en ocasiones, al surrealismo. 

El músico Elio Revé intentó transformar el changüí de la loma en un changüí de ciudad. Esta variedad del son que se toca con tres, güiro y bongoes, adquirió con Revé tonos urbanos y charangueros. 

El piano de Bebo Valdés y el contrabajo de Israel López "Cachao" podrían haber formado parte de las mejores orquestas del mundo durante décadas. Sus vidas transcurrieron paralelas en varios sentidos.